El silencio se hace arte: nuestra compañera e integrante de Trazo6, Santi García Cánovas inaugura 'La Voz del Gesto' en el Puertas de Castilla, La artista murciana presenta una colección de 50 obras que exploran la lengua de signos y la comunicación no verbal como vehículos para la inclusión social.

MURCIA — El arte tiene la capacidad de hablar sin pronunciar una sola palabra, y esa es precisamente la premisa que Santi García Cánovas ha materializado en su nueva exposición, «La Voz del Gesto». La muestra, inaugurada el pasado viernes 5 de diciembre en el Centro Cultural Puertas de Castilla, se presenta como un reivindicativo homenaje a la comunicación humana y a la inclusión.

El evento de inauguración, que tuvo lugar a las 20:00 horas, congregó a una gran afluencia de público que llenó la sala Caja Blanca (4ª planta) del centro cultural. Durante el acto, los asistentes no solo pudieron disfrutar de las pinturas, sino que también asistieron a la proyección de un vídeo documental sobre el proyecto, profundizando en el proceso creativo y humano detrás de los lienzos.

50 miradas y mil palabras en las manos

La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 13 de febrero de 2026, está compuesta por un total de 50 obras realizadas en acrílico sobre lienzo. En ellas, García Cánovas captura con maestría la fuerza expresiva de la anatomía humana, centrando su atención en los rostros y, sobre todo, en las manos.

Las piezas retratan a modelos reales —que posaron exprofeso para este proyecto— "hablando" en Lengua de Signos, así como escenificando gestos universales y cotidianos que trascienden las barreras del idioma oral. Para garantizar la fidelidad y el respeto hacia la comunidad sorda, la artista ha contado con el asesoramiento de personal cualificado y expertos en lengua de signos durante toda la etapa de producción.

Arte como vehículo inclusivo

La motivación principal de «La Voz del Gesto» nace en el marco del Día Internacional de la Discapacidad. Lejos de ser una mera exhibición estética, la autora plantea la obra como una herramienta de concienciación. La pintura se convierte aquí en un puente entre dos mundos, visibilizando una realidad comunicativa que a menudo pasa desapercibida y celebrando la diversidad en la forma en que los seres humanos conectan entre sí.